Escribir bajo un seudónimo permite al escritor tener la libertad de expresar sus pensamientos bajo un nombre distinto. Sin embargo, usar esta técnica también puede tener sus inconvenientes.
Cualquier autor de un libro o de un blog tiene la posibilidad de escribir bajo su propia firma o, por el contrario, elegir un seudónimo para darse a conocer. Esto era relativamente frecuente cuando la censura ponía límites a la literatura y muchos autores buscaban la libertad de expresar sus pensamientos bajo un nombre distinto. Esta es precisamente una de las ventajas que aporta el seudónimo: la libertad que, en el caso de la escritura, es tan necesaria para fomentar la creatividad en los puntos de vista y opiniones.
Escribir con seudónimo en un blog
En la actualidad incluso, muchos autores deciden elegir un seudónimo para publicar sus artículos en un blog. Algunas empresas incluso contratan redactores que ceden sus derechos de autor en beneficio de la propia empresa. Reconocer al autor es siempre un punto positivo porque el nombre remite más allá de sí mismo. Hace referencia a una experiencia, una formación y una creatividad propia.
El suedónimo tiene su contexto. Por ejemplo, es un requisito necesario en algunos certámenes literarios en los que se utiliza esta fórmula para garantizar el anonimato de todos los autores que se han presentado y así, ganar objetividad en la elección de la obra ganadora.
El marketing del seudónimo
En algunos casos, el seudónimo también es una herramienta de marketing. Además, si eres un profesional y realizas facturas por tu trabajo, entonces, tienes que identificarte en este medio. Un seudónimo está directamente vinculado con la identidad. En algunos casos, como ocurre por ejemplo, en los blogs de moda, no es incompatible publicar un blog vinculando el nombre real con un seudónimo que llega a ser incluso la marca del propio espacio.
Para muchos lectores, un seudónimo que supone la ocultación de la identidad del autor produce cierto nivel de desconfianza cuando se trata de un blog.